Marina Diez De Los Ríos
Escritora - Editora
Me desperté y me encontré con un mensaje de Marina en el que me pedía que le hiciera el prólogo para hoy mismo. Ella es así. Siempre está repleta de actividades e inexplicablemente las cumple todas. No cualquiera podría seguirle el ritmo. Comienzo a pensar que nos miente descaradamente; que en realidad no es una, si no que tiene varios clones suyos escondidos en un placard; así que cuando se siente agotada, lo único que tiene que hacer es cambiar por el clon de turno. De esa manera nos hace creer que es incansable y que puede sola con todo -por supuesto, para engañarnos, suele escribir en su facebook frases como: “me duele la cabeza”, “la comida me da fobia”, “estoy estresada”, “no puedo aumentar de peso”. Y nosotros, ingenuos, dándole ánimo. ¡Todo es falso, señores! Si no ¿cómo se explica esa compulsión de crear y crear constantemente y varias cosas a la vez? ¡Y además generalmente de manera altruista!
Tengo la gracia de poder ver a “Alternativos” desde ángulos diferentes: como amiga de Marina, como artista que fue publicada y como autora de varias notas.
Hace unos seis o siete años atrás, una escritora que lleva mi nombre presentaba un libro titulado “Llamaradas de recuerdos”. Fui. Para mí, en aquel entonces, los escritores eran la creme de la creme. Cuando estuve cerca de ella, imagino que habré hecho o dicho algo desafortunado e inoportuno -de mi boca, inexplicablemente, suelen escaparse comentarios que no son propios de mí-, porque ella sólo me miró de una manera extraña. Así que ahí quedó todo.
Pero, en ese tiempo, junto con Jésica Arregin, editábamos “La Sueñera”, una revista cultural. Y un día recibimos un mail en donde esa escritora que quería conocer nos haría una nota para el diario. Y así fue. Salir en Alternativos, nos abrió muchas puertas. El diario llega lejos, la columna llega lejos; pero eso no es casualidad, Marina se encarga de que sea así. Luego, no recuerdo cómo, me encontré escribiendo yo también, compartiendo su columna. Y la entendí. Si bien este espacio nos permite conocerlos y darlos a conocer, si bien es una gran oportunidad para todos, los artistas somos, en su mayoría, unos colgados... Sacar y mantener la columna no es fácil. Así que es realmente admirable ver cómo creció: desde unas breves líneas en un rincón, hasta actualmente tener página completa. Y eso no es todo, Marina busca siempre más opciones para difundirnos, revistas, presentaciones.... Y ahora esto. Un cd-libro donde nos encontramos todos, en comunión, a través del cual pretende hacernos llegar aún más lejos, cada vez más lejos. A nosotros, no a ella.
Gracias, Mari, por tratar de dar al arte el espacio que merece. Por ocuparte vos, de lo que debiéramos hacer todos.