Comienzo esta primera experiencia de blog a pocos días de haber terminado de escribir (y corregir) la cuarta parte de mi tercera novela. Novelas no es lo único que escribo, pero sí lo que más tiempo me lleva y con lo que elevo mis niveles de exigencia hacia mí misma al infinito. Es lo que más disfruto (y padezco), lo que me permite palpar y observar mi propio proceso creativo de una manera que con el resto de mis libros no ocurre.
Decidí que quería ser autora de novela cuando tenia entre once y doce años. Por entonces ya tenía varias cosas escritas: algunos cuentos (que hice entre los nueve y los diez años) y poesías (que fue con lo que arranqué, a los siete). Pero como lectora de novelas desde muy pequeña, era un género en el que tenía gran deseo de incursionar. Y lo logré. A los doce años escribí mi primera novela y desde entonces no volví a escribir otra cosa, aunque lo intentara. Si les interesa, este puede ser tema de otra entrada.
La historia que acabo de concluir y que comienza de ahora en más el camino hacia su presentación es La Hija del Doctor y es, como dije recién, la cuarta parte de una novela titulada El Juego de las Máscaras. Sería imposible resumir en pocas palabras lo que implicó la creación y concreción de este libro: baste por ahora con resaltar que fue uno de esos casos en los que la obra excede al autor, por lo que debe pasar mucho tiempo hasta que éste madura y aprende gracias a la vida pero también investigando y estudiando, lo que su obra necesita para ser verosímil, la trama, atrapante, los personajes, queribles y creibles, y poder así plasmarse en el papel. El Juego de las Máscaras es una novela escrita en cinco partes (es decir, todavía falta una). Cada parte tiene su particularidad y un énfasis especial: la primera, es realismo biográfico, la segunda, realismo mágico, la tercera es un policial, la cuarta, una tragedia y me reservo como sorpresa lo que será la quinta. Es la historia de cuatro personas, cuatro jóvenes que están en la veintena de su vida cuando se alza el telón de la acción, en 2001. Sofía Brickmann, médica veterinaria recién recibida, que tras la muerte de su padre se entera de que -entre muchas otras cosas- heredó una casa en Resistencia, la capital chaqueña en el norte argentino, y viaja desde Buenos Aires para conocerla y ver si en los vecinos vive el recuerdo de su padre, que viajó mucho en una época de su vida. Ignacio Magallanes, el único hijo de unos importantes políticos chaqueños, cumple el deseo de sus padres de recibirse de abogado, pero a partir de entonces quiere un tiempo y un espacio para sí mismo, para conocerse interiormente, porque hasta ese momento se pasó la vida complaciendo los deseos de los demás y quiere saber cuáles son los suyos propios. Lo único que tiene claro es que quiere hacer una carrera como artista y no quiere casarse con su hermosa novia, Berenice Spencer, una modelo y actriz que está triunfando a nivel nacional. Daniela Benali es hija de una madre descendiente de italianos inmigrantes, asentados en la ciudad de Sáenz Peña en el interior chaqueño, y de un musulmán que llegó a Argentina siendo niño, accidentalmente, casi secuestrado, y que toda la vida quiso reencontrarse con su familia. Cuando finalmente la encuentra, eso provoca el divorcio de su matrimonio, una orden de restricción y el trauma que Daniela arrastra en la actualidad por el modo en que fue separada de su padre cuando era una niña. Alejandro Hamlady, el típico joven talentoso que no calza en el sistema: dejó a medias varias carreras universitarias, es muy buen fotógrafo pero es poco lo que lo reditúa; lo ayuda provenir de una familia económicamente próspera y estable, el apoyo de su hermana Gabriela y de su abuelo Jorge, a quien admira muchísimo y por quien desea ser periodista, algo que su propio abuelo no avala porque no quiere que su nieto conozca la censura y las penurias económicas que la profesión trae aparejadas. Son cuatro desconocidos, pero los vaivenes de la vida los irán vinculando, y una vez que eso ocurra nada volverá a ser como antes.
Hay mucho para contar de El Juego de las Máscaras (y les aseguro que el detrás de escena es lo más apasionante) pero no quiero excederme. La idea de hoy era estrenar mi primer blog y ensayar un primer contacto. Luego ustedes mismos me irán diciendo qué temas les interesa más que yo desarrolle.
¡Será hasta muy pronto, tengan una semana maravillosa!