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¡Bienvenidos al mundo de las plataformas literarias! (Parte 1)

Una opción más (que interesante) para conocer y darnos a conocer


Recientemente estuve explicando en uno de los vivos que hago los miércoles a las 21hs de Argentina desde la página en Facebook de la Oficina para Escritores, mi propia experiencia en estos sitios. Puntualmente, en un tipo particular de plataforma literaria. Pero como lo enriquecedor suele estar también en el recorrido realizado, permítanme contarles primero cómo fue que llegué hasta allí.

Desde que decidí convertirme en una escritora indie, autogestora, emprendedora (o como les guste más llamarlo) no dejé de estudiar y actualizarme en el tema (los temas, en realidad, porque son muchos y cada uno se abre como un universo laberíntico para quien lo recorre por primera vez) y así fue como encontré y compré un pack de escritura para, justamente, escritores emprendedores. Uno de estos libros maravillosos y altamente recomendados, Edicion indie. Como ser un escritor independiente de Alejandro Capparelli, hablaba en uno de sus capítulos de las plataformas literarias, de las cuales hubo un tipo que me llamó la atención, pues hacía años que había escuchado algún comentario acerca de su funcionamiento pero luego no encontré más información al respecto y pasado el tiempo, tampoco seguí buscando.

Básicamente, se refería a las redes de lectura social.

Yo estaba atravesando por una de mis tantas crisis artístico–existenciales, pues a raíz de la lectura de estos libros y el estudio en profundidad del tema, llegué a la irremediable conclusión de que había empezado con el carro delante del caballo; es decir, haciéndolo todo al revés. Mi punto de partida no es la venta (si bien es algo que me interesa, no lo voy a negar), mucho más importante me parece lograr un buen libro. No me detengo ahora a explicarles qué entiendo por “un buen libro” porque en vez de una entrada, esto acabaría siendo un ensayo. En definitiva, que tan concentrada estaba en escribir un libro bueno, que jamás reparé en el perfil de mis lectores. De hecho, los que conozco son tan diferentes y variados entre sí, que ni siquiera calzan dentro de un mismo perfil. Esto que parece un detalle menor no lo es al momento de querer hacer marketing seriamente. El tema da para desarrollar otra entrada; baste decir por ahora que cuando empecé a leer ese capítulo sentí que se me abría el cielo, porque vi la oportunidad de rehacer las cosas. Precipitada como soy, me largué de cabeza y en una misma tarde me sumé a tres de estos sitios, en los que empecé a publicar mis dos primeras novelas. Mi objetivo era conocer a mis lectores: si eran mayoritariamente hombres o mujeres, sus edades, alguna información extra que me sirviera para poder hacer un perfil. Más adelante retomaré y les contaré el resultado del experimento.


¿Qué son las plataformas literarias?

Las plataformas literarias son, en términos muy generales, sitios donde pueden encontrarse los escritores entre sí y con sus lectores. Hay varios tipos, que conviene dejar en claro antes de continuar.

Por un lado, tenemos las plataformas de autopublicación. Ya hablaremos en detenimiento de ellas si el tema les interesa; por ahora digamos brevemente que son sitios a los que podemos subir nuestros libros para ponerlos a la venta (o en descarga gratuita). El más popular de todos es Amazon, pero en la actualidad hay muchísimos y vale la pena conocerlos, buscar referencias y experiencias de otros escritores antes de sumarnos a alguno.

Por otro lado están las redes sociales literarias, que son básicamente un encuentro entre lectores para compartir reseñas, puntuar los libros, recomendarlos y crear bibliotecas virtuales personalizadas. De acuerdo a las preferencias que van demostrando, la misma plataforma les sugiere otras lecturas similares.

Pero de las que quería hablarles en esta oportunidad, era de las redes de lectura social. Si lo que estuvimos conversando hasta ahora les interesa, pueden leer esta entrada de Alejandro Capparelli, que además de haber escrito el libro que les mencioné más arriba, tiene un blog donde desarrolla estos temas.

En las redes de lectura social los autores nuevamente nos encontramos entre nosotros y con los lectores, pero la diferencia está en el cómo: aquí tendremos la oportunidad de ir subiendo nuestros libros por entregas, o completos de una sentada, hasta podemos iniciar la escritura de una obra nueva… que estará expuesta a los lectores, que nos harán preguntas, comentarios, incluso propuestas sobre cómo avanzar en la historia o con los personajes. La más conocida de todas es Wattpad, pero hoy día hay tantas y tan variadas que podría escribirse un apartado completo describiendo a cada una.


Puntos a favor y en contra

Es bastante complicado establecer esta diferenciación, porque lo mismo que es genial por un lado, puede convertirse en un infierno, y viceversa. Comencemos destacando que es una oportunidad gratuita de probar cómo funcionan los libros antes de hacer el gasto de publicarlos en papel. De hecho, fueron pensadas de esa manera por las editoriales a que cada una de estas plataformas pertenece. Al margen de la gran oportunidad que sí –es cierto– ofrecen de manera gratuita a los escritores, paralelamente están monitoreando cuáles son los libros que ocupan los primeros lugares en el ranking, los que más vistas tienen, los que más se guardan en las bibliotecas personales, cuáles, los autores más populares, para no correr riesgos a la hora de publicar en papel. Se supone –aunque esto no siempre funciona– que si un libro tiene éxito en las plataformas, mucho más lo tendrá si se lo imprime en físico. Digo “no siempre” porque no necesariamente el público de estos sitios se incline por el libro en papel y los lectores convencionales generalmente no conocen los libros que allí son exitosos.

Es cierto que las editoriales son empresas y necesitan ganar dinero, pero probado está que nadie tiene la fórmula del éxito. Hay libros superventas a los que nadie vio venir y otros que prometían mucho y acabaron pasando sin pena ni gloria. Y tampoco me estoy deteniendo en cuál sería la ganancia de los autores exitosos ni en lo que están exigidos a dar a cambio.

Recién mencioné a los lectores. Forman parte de una buena noticia que no me canso de repetir. Para todos los que lamentan que la gente en general y los jóvenes en particular ya no leen, les cuento que se equivocan: la gente sigue leyendo. Mucho. Qué leen y cómo, son discusiones que podríamos mantener durante horas sin llegar a una conclusión. Pero lo importante es que lectores sigue habiendo, para quien logre conquistarlos, por supuesto, tarea nada sencilla cuando la competencia es tanta.

Y hablo de competencia porque es en lo que esto se ha convertido. Porque a la par de los lectores, también se han multiplicado los escritores, al facilitarse de tal manera la publicación y difusión de las obras. Para que nuestro libro destaque entre tantos otros tendremos que trabajar duro y sostenido. Este es el infierno en que podía mutar la bonanza que mencioné más arriba. Tengamos en cuenta que cada espacio al que ingresemos implica tiempo. Mucho tiempo. Es como una red social más. Hay que actualizar la obra periódicamente; esto no es tan dramático si el libro ya está escrito (como fue mi caso) y lo único que hay que hacer es ir subiendo capítulos nuevos. Pero para el caso de quienes están escribiendo desde la misma plataforma un libro desde cero, puede llegar a ser agobiante. Porque no sólo hay que actualizar el libro, también hay que responder a los lectores que vayamos ganando, hay que interactuar con otros escritores (para eso tenemos que leer sus libros y dejarles comentarios)… Insisto: pasaremos mucho tiempo haciendo todo esto. Y si le sumamos que seguramente tendremos alguna que otra red social que también demanda tiempo, un trabajo, estudio, familia, responsabilidades que necesitan ser cumplidas fuera del ordenador… No es para desalentarlos, sino para que sepan anticipadamente dónde irán a meterse.

Hay otra cuestión que conviene saber desde ya para no desanimarse. En la mayoría de estas plataformas lo que abundan son los lectores (lo repito una vez más), no los especialistas literarios. Habíamos dicho que estas son redes de lectura social. Ergo, que un libro guste y resulte un éxito, no necesariamente implica que sea un buen libro. Lo mismo sucede en el caso contrario: literariamente el libro podría ser excelente, pero por mil razones que no vienen ahora al caso, no interesa. Aclaremos que estas razones suelen no estar tan claras cuando el libro no interesa como cuando sí. Muchos casos de éxito no saben qué fue lo que atrajo a los lectores: a veces es el título o la sinopsis, empiezan a leer y se enganchan con la historia, o les llama la atención la tapa o crean un lindo vínculo con el autor…

Dejé lo peor para el final: el plagio. Muchos empiezan a publicar en estos sitios sus libros inéditos sin haber hecho ningún tipo de resguardo legal y luego se encuentran con que sus historias han sido copiadas por otra persona… eso, si son afortunadas, porque podría ocurrir que jamás se enterasen. En estos casos, el plagio suele estar dirigido a los libros más exitosos, a los que ya comenzaron a comercializarse o tienen esa posibilidad, y es cometido por gente que quiere ganar dinero de manera fácil y segura, ¿y qué más fácil y seguro que publicar bajo su nombre un libro que ya es exitoso? Derechos de autor y cómo protegernos ya han sido y volverán a ser tema de este blog y de los vivos en Facebook, porque es uno de los que más interesan y preocupan a los escritores.


Mi experiencia

Prometí contarles cuál había sido mi experiencia en estas plataformas. Dije ya que cometí el error de ingresar a tres a la vez: Litnet (actualmente Booknet), Sweek y Wattpad. Tiempo después desempolvé una cuenta que me había creado hacia bastante en Me gusta escribir y finalmente, me sumé a Inskpired. Si les interesa que les hable puntualmente de cada una, díganmelo, entonces escribo una entrada especial; ahora haré un repaso general para que ésta no se extienda tanto.

Todas son plataformas excelentes, sus interfaces son diferentes y el comportamiento de los lectores también cambia de una a otra. En la que tuve una respuesta más inmediata y de cantidad fue en Litnet; sin embargo, mis números son pequeños al lado de otros autores. Pero lo rescato y continúo allí, con reservas, porque son números impresionantes si los comparo con los míos propios. Concretamente: Llamaradas de Recuerdos, mi primera novela y la única que se imprimió en papel, tuvo una tirada de 250 ejemplares. La reedité en CD-libro, y de esa manera salieron todas las demás. Hace un par de años empecé a vender mis libros en formato de ePub. No llevo un control estricto de ventas, regalos y sustracciones, pero redondeemos en 1000 la cantidad de personas que en estos años adquirieron un libro mío. Es un excelente número. Sin embargo, en Litnet, al momento de escribir esta entrada, más de 8000 personas han leído Bufeos y más de 5000, Llamaradas de Recuerdos. Con El Juego de las Máscaras esos números bajan estrepitosamente pero porque a esas alturas ya me ganó el cansancio, porque realmente es agotador mantener en visibilidad los libros, sumado al resto del trabajo que tengo y con Internet funcionando a medias…

Quedémonos con esos números. No son nada al lado de las 200.000 o 300.000 lecturas que tienen otros (sí, no se me escapó ningún cero, ahí tienen los que aseguran que cada vez se lee menos), pero es una inmensidad si lo comparo con las lecturas que venía teniendo por fuera de Internet. Supongamos que esa cantidad de gente en realidad no se enganchó con el libro, que tan sólo les llamó la atención, entraron, empezaron a leer y lo dejaron a medias. De todas formas, estamos hablando de que más de 13.000 personas le pegaron una mirada a mis novelas y ya saben que existen. Fuera de Internet, no sé si habré llegado al 10% de ese número, y estoy hablando de presentaciones individuales, presencia en ferias de libros, jornadas, encuentros, charlas…

¿Qué me juega en contra en Litnet, para que mis novelas no tengan la misma cantidad de lecturas que otras? El género. Las temáticas y mi modo de escribir ni por asomo se parecen a los de moda y más comerciales, y no tengo manera de competir contra eso. No con estas, al menos. En ese sentido, donde mejores resultados tuve fue en Me gusta escribir, porque si bien hay muchísimos menos lectores y muchos son escritores a su vez (por no decir la mayoría), hasta ahora no he notado que predomine un género sobre otros e incluso los ritmos que se observa en cada libro son más pausados: me siento como en casa, mis novelas están en un plano de igualdad con las demás, puedo compartir de otra manera con los demás autores.

Sin embargo, en ninguno de estos sitios logré mi cometido, porque no permiten que los escritores sepan quién está leyendo o guardó el libro en su biblioteca. La única vía es que el lector le deje un mensaje al escritor; entonces sí se puede acceder a su perfil y conocerlo un poco más… si el lector así lo quiere. Muchos tienen una caricatura como foto de perfil, nombres de fantasía y vacío el apartado “Sobre mí”. De todas formas, al poner esta experiencia en la balanza, el resultado es más que positivo.


¿Qué les recomiendo?

Lo primero, que se tomen tiempo para conocer cada plataforma antes de decidir publicar allí. Pueden crearse una cuenta y recorrerlas como lectores; de paso leen, conocen otros autores, y ven si sus libros encajan dentro de los géneros predominantes. Porque de nada sirve una plataforma genial, como me pasó a mí con Litnet, si el grueso de sus lectores busca géneros y temáticas distintos de los que escribimos.

Lo segundo, una vez que empiecen a publicar, establezcan una rutina de escritura y publicación y cúmplanla a rajatablas.

Si algún lector inicia el diálogo, respondan sus mensajes, sus inquietudes, actualicen sus libros, discúlpense si van demorados… Generen un vínculo. Escribimos para ellos y lo mejor que nos puede pasar es tener un contacto directo con ellos y sus impresiones.

Y por último, no se obsesionen con los números: cantidad de lecturas, me gusta, bibliotecas, recomendaciones, distinciones… Son una caricia al ego, claro que sí, pero no tenerlas no significa nada. Muchas veces es una cuestión de suerte. Y la suerte puede cambiar, de un día para el otro.


En definitiva ¿es una experiencia que valga la pena?

No hay una respuesta para esto. Depende de cuáles sean sus expectativas. En mi caso, sigo sin saber cuál es el perfil de mis lectores, pero más de 13.000 personas vieron mis libros y le pegaron una leída o se engancharon hasta el final (eso tampoco lo sé a ciencia cierta) sin que yo tuviera que pagar por ello ni salir de mi casa, y es infinitamente más de lo que venía logrando hasta ahora moviéndome por mi cuenta personalmente, incluso viajando para llegar a públicos nuevos. Pero si se me ocurriera compararme con alguien que tiene más de 300.000 lecturas… me deprimiría…

Regresen siempre a su motivación original: ¿para qué escriben? ¿Por placer? ¿Porque si no escriben algo se asfixia y muere por dentro? ¿Porque quieren ser leídos? ¿Por qué desean ser un super ventas? ¿Porque quieren ganar dinero? La respuesta les indicará si estos sitios son los indicados para ustedes.

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